Por este medio, quiero compartiles una hermosa
experiencia que tuve el día de ayer.
Desperté más temprano y fui dirigida a la parte de atrás
de mi casa donde contemplaba la mañana. Comencé a escuchar
a lo lejos el canto de Verde (un San Pedrito que visita mi patio con frecuencia).
En mi interior, escuchaba la voz de Dios que me decía:
"lo escuchas, pero no lo vez; sabes que está cerca, pero no lo puedes ver".
Le dije: "permite que se acerque". Y así, mi hermoso Verde
se iba acercando hasta que lo pude ver.
Al estar en la verja asomadito, como
Al estar en la verja asomadito, como
quien posa para una foto, en mi interior volvía a escuchar
las voz de donde me citó este hermoso versículo:
Mateo 6:26-33 Reina-Valera 1960
"Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan,
ni recogen en graneros; y vuestro
Padre celestial las alimenta.
ni recogen en graneros; y vuestro
Padre celestial las alimenta.
¿No valéis vosotros mucho más que ellas?"
Para mí, fue una hermosa experiencia.
Entonces comencé a entonar la alabanza:
"El espíritu de Dios está aquí y se está moviendo".
Que tengas un hermoso día amiga que me lees,
y que al igual que yo, en este nuevo amanecer puedas escuchar el susurro del Padre:
"lo escuchas pero no lo vez; sabes que está cerca, pero no lo puedes ver".
Con amor,
Mujeres con Cuello de V
Doika Martínez Pacheco
y que al igual que yo, en este nuevo amanecer puedas escuchar el susurro del Padre:
"lo escuchas pero no lo vez; sabes que está cerca, pero no lo puedes ver".
Con amor,
Mujeres con Cuello de V
Doika Martínez Pacheco
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