¡Qué mejor momento para escribir!


 Querida Madre:...

¡Qué mejor momento para escribir!

Este próximo día de las madres del año 2020, será diferente a lo que estamos acostumbrados como familia y como madres. Aún así, lo que estoy segura, no será diferente será el amor que sentimos en nuestros corazones. En especial por nuestras madres. No sólo por nuestra madre biológica, sino también por todas aquellas madres que están dentro y fuera de la familia, las cuales admiramos y respetamos de forma especial.

Durante esta semana,  con el distanciamiento social vigente, la mayoría de los comercios permanecen cerrados, las personas no pueden salir de sus hogares, sólo para casos de emergencia o compra de alimentos o medicinas. El dinero hay que rendirlo y es apremiante ahorrar por que los momentos que vivimos son difíciles. Los negocios no pueden ofrecer sus productos o servicios como lo solían hacer antes del mes de marzo. Este domingo no abrán regalos físicos, como la cultura, la publicidad y los centros comerciales nos han inculcado durante años. El materialismo por un momento en nuestra historia tomó un auge sin precedentes, pero ahora le ha llegado su fin.
Ha llegado el tiempo de volver a demostrar lo que sentimos de la manera tradicional; sin regalos. Y aunque estamos rodeados de tecnología, tiendas para comprar en línea, enviar dinero por transferencias, enviar "e-cards" con mensajes bonitos o mensajes de voz; sugiero que volvamos a la senda antigua. La escritura. Sí, la escritura que aprendimos desde que estábamos en pre-escolar.

La historia nos dice que la escritura tuvo sus orígenes en Mesopotamia cerca del 3500-3000 A.C. Durante miles de años se ha plasmado la historia de nuestras culturas, las grandes guerras, descubrimientos, invenciones, etc. El poder que ha tenido en cada generación es de aprendizaje y conocimiento por todos aquellos que han decidido escribir. Sin la aparición de la escritura los conocimientos no hubieran podido ser transmitidos, impidiendo la evolución de las civilizaciones hasta los niveles actuales. Inclusive en la palabra de Dios podemos ver el poder de la escritura en el Antiguo y Nuevo Testamento. Gracias a la escritura  conocemos la verdad y la palabra de Dios.

Entonces, si se han guardado tantos escritos alrededor del mundo, según lo vemos en la histora; ¿porqué no guardar en nuestras memorias las cartas con los sentimientos más sublimes entre madre e hijos (a) o viceversa? ¿Porqué no levantar una generación que aprenda el valor que tiene la escritura y el amor por las letras? ¿Qué tenemos que invertir para escribir? La respuesta, sólo nuestro tiempo y voluntad.

Dentro de todas las alternativas que nos brinda la era digital y la era material, las cuales generalmente son aceptadas, nada se compara con la oportunidad de plasmar en un escrito tu amor y gratitud. Hay un destello especial que se da cuando decimos escribir. Cuando escribimos, pensamos y analizamos lo que vamos a redactar y le ponemos un toque especial a cada palabra que sabremos cobrará vida con las manos. Por medio de cada palabra se lleva un mensaje que atrapa los sentimientos y cautiva los corazones. Más aún, cuando lo haces con tu puño y letra. Estos son los detalles que no podemos permitir pasen de moda. Cada uno tenemos rasgos en nuestra letra que todos podemos reconocer (en el caso de las personas más cercanas) cuando leemos un escrito. Así como cada uno poseemos una huella única, así también sucede con nuestra letra. Podría reconocer la firma y la letra de mi esposo y mis hijos aunque estuviera en el otro lado del mundo. Cada una se distingue de forma especial.

Los manuscritos nos demuestran que hay un ser que ha dispuesto su tiempo y sus letras para hacerlo. Esto jamás lo reemplazan las tarjetas escritas, que aunque son bellas no se pueden comparar. Las cartas no tienen fecha de expiración y las mismas pueden durar mucho, mucho tiempo. Nada mejor que guardarlas, coleccionarlas, y atesorarlas para nuestros hijos y nuestras futuras generaciones. ¡Levantaríamos un legado de amor escrito!

Hace un tiempo vi una película que me encantó. Se trataba de una carta que se había escrito 50 años atrás y es hallada por esta mujer (en el presente) que decide responder la misma y luego ver cómo la vida de estas personas toma un nuevo giro.  A pesar de haber transcurrido 50 años la carta estaba legible y el papel del manuscrito no se había desintegrado. El escrito cumplió su propósito.

Hoy, mi invitación para ti es que en los días que tenemos durante esta semana, puedas sacar un rato y tomar un papel y un lápiz. Ten un tiempo para sentarte y escribir algo hermoso de la inspiración que Dios ha depositado en ti para ese ser que es tan especial y amado: tu madre. Disfruta, deléitate y sorpréndete con la dulzura que emanará de ti. Si no puedas enviarla por correo postal, tómale una foto y envíala por el celular o la computadora. Lo importante es que fue escrita por tus manos y no fue sacada del internet. Sino de la base de datos del corazón, de las memorias que guardas allí y sólo tú conoces.

Oro para que Dios te unga  con más dones, talentos de letras y palabras para que puedas ser capaz de transmitir amor por medio de tus escritura. Oro para que a través de tus cartas puedas acercar en amor a tu madre amada y a todas aquellas madres que conoces y ocupan un lugar especial dentro de ti. Todos tenemos un motivo para agradecer, para expresar nuestros sentimientos y más importante dejarlo saber. Estoy segura escribirás algo hermoso. ¡Feliz día de las Madres!

Dios te bendiga.

Con amor,


X. Maldonado







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