¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? Esther 4:14

Esther, al igual que tú y que yo vivió tiempos fundamentales. Gracias al favor de Dios y a su valentía llegó al reino, en la hora indicada y en el momento indicado para salvar su nación; para salvar y luchar por el pueblo judío el cual representaba,


Amiga, tu vida en estos tiempos es fundamental también y sobre todo el propósito por el cual fuiste creada. Para este tiempo ha Dios le ha placido que vivamos. Para este tiempo lleno de incertidumbre, apostasía y donde el mal pareciera que irrumpiera por doquier.  Dios ha propuesto que estemos aquí. Sus planes no se tratan del entorno, sino de la obra hermosa que sólo su luz hace resaltar y transformar. 


¡No puedes dudar de ti! Toda duda y temor se van en el nombre de Jesús. La duda te ha paralizado por mucho tiempo. Hoy vengo a decirte que así como estás, en el lugar donde estás, en el estado que estás, en la casa que estás, en el trabajo que estás, en la familia que estás, en la nación donde estás, amiga es para esta hora que has llegado. No es para después, es para este tiempo que eres necesaria.


No podemos esperar que llevemos una vida con todos los elementos "perfectos" para salir y ser luz. No podemos esperar que nuestra vida esté libre de problemas y crisis para ser las mujeres que el Padre anhela. ¡Dios te necesita! Tú puedes cambiar y transformar tu vida y la de muchos alrededor tuyo. 


Los cambios que nuestra vida necesita y los seres que amamos no dependen de los líderes políticos, de las agencias municipales, no depende de los líderes de la iglesia, ni de los pastores o ministerios. Los cambios comienzan cuando le damos fundamento y firmeza a nuestra relación y nuestra vida con Dios. Podemos ver en la vida de Esther el poder del ayuno y la oración. Una mujer que se conducía sabiamente con estrategias espirituales. Amiga, para este tiempo es necesario que ores, para este tiempo es necesario el ayuno, es necesario la intimidad con tu Amado; serás llena de sabiduría para conducirte.  Esa sabiduría que viene del cielo, y desciende vestida y ornamentada de gracia y hermosura sobre tu vida.


En medio de los panoramas más difíciles que vivimos hay alguien que te necesita. El reino de Dios necesita del depósito que el ha plasmado en ti. Se necesitan valientes, mujeres llenas de fuerza y determinadas para levantar sus lámparas. La luz que habita en ti es necesaria para expandir el evangelio y el amor de Jesús que muchos necesitan y que  algunos no han tenido la oportunidad de conocer. Enciende tu lámpara.


¡Para esta hora tu vida es fundamental!


Con amor,


Xiomy M.



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