¿Quién tiró el vaso al suelo?
La mesa estaba servida. El ambiente anunciaba una gran celebración
 y a la mesa se iban colocando los manjares.
En la mesa había un vaso con un vino muy especial. De pronto alguien lo tomó
 "sin querer"  y saz lo dejó caer!
Cayeron al suelo tantos pedazos de vidrio, que "sin querer" lastimaron a alguien.
 No puedes pensar que el vaso "alguien" lo tiró a propósito.  Pensemos que fue sin querer...
El contenido del vaso tenía VINO para la fiesta.
Y ¿por qué dejarlo caer? Simple, es parte de las estrategias del enemigo para impedir
 que el gozo sea completo.
Esto ocurrió para que nadie lo pudiera tomar.  De modo que el vino, que significa
 GOZO,  fuera trastocado y robado. Porque el enemigo busca robarnos
 el gozo, antes, en medio y luego de.
Así el enemigo busca "sin querer"  robarnos el gozo.
Y parece que QUERIENDO  (con toda, mala intención) para LASTIMAR.
Porque los vidrios cortaron a más de una.
Y su misión era robar el gozo, la paz, afectar la celebración.
Te trae un dolor.
Porque pierdes el gozo y te vas herido.
Un pedazo de vidrio se alojó en el pie de una gran guerrera y le dolió. 
 Le lastimó.  La herida fue profunda.
¿Y quién tuvo la culpa?
¿La que tiró el vaso?
¿O la que le dijo a otra que había vidrios en el suelo?
Y la que trató de quitar un vidrio sin querer lo introdujo más adentro causando mayor dolor.
Ya no es momento de buscar culpables. Es hora de recoger vidrios, limpiar
 y quitar todo pedazo que quedó alojado. Para que nadie más se lastime.
Es hora de  vendar la herida.
Hay heridas en tu pie que te impedirán caminar.
Es vital ese vidrio quitar.
Dios nos dio la oportunidad  de sanarnos.  No buscando causantes.
 Sino como agentes de bendición.   Limpiando y restaurando para que el GOZO 
sea devuelto. El vino nuevo será purificado y refinado.  Tú y yo seremos ese cántaro 
que nada romperá y beberemos del gozo de la sanidad.
Tú vida y la mía es propensa a quebrarse, pero en el taller del alfarero es restaurada.
El cristal al romperse echa a perder el vino y no es posible recuperar los pedazos.
Es tiempo de mirar las cosas con la visión del cielo.  No permitas que nadie te robe
 el gozo. Hay vino NUEVO.
No permitas que sigan los días y camines con el dolor de la herida que impide tu 
carrera. EL VINO SANA.
Yo también recogiendo los vidrios me corté.
Vendrá quien provocará echar al suelo lo que preparaste con esmero.
Y aun gritándote: ¡Cuidado!
Hay momentos donde inevitable somos probados.
El mejor vino déjalo para el final. Que con él, célebres tú victoria.
  Llévalo al altar y NO dejes que nadie lo toque.
Jesús hoy te ofrece vino nuevo, la vasija no se quebrará. ... es su cuerpo.
Su vida dio y su sangre vertió.
“y el vino bueno fue dado luego....has dejado el mejor vino para el final"  Juan 2
Con Dios lo mejor siempre está por llegar.
Y Jehová te ofrece banquetes y manjares, banquetes de vinos
 refinados y purificados. Isaías 25: 6
Vayamos al Monte de Dios en oración.  Sanaremos y exaltaremos a Dios porque
 él nos curará y hallareis, gozo y sanidad.
¿Quién rompió el vaso?
No se sabe, pero cuando parece que todo acaba... todo
 vuelve a empezar...

 Dios nos tiene buen vino al final.

Bendiciones,

Emma Glizette Caballero



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